El Jardín Bardini, abierto recientemente al público, es uno de esos rincones perdidos en el centro de Florencia que merece la pena conocer. Mucho menos popular que su hermano mayor (Bóboli), Bardini guarda todavía el encanto de lo exclusivo, de lo descubierto por casualidad… ¡Gran suerte la mía!

Pérgola de Glicina en el Jardín Bardini
No te preocupes; te explico cómo llegar…
Localización y entrada
Saliendo de los Jardines de Bóboli por la puerta de La Via Forte di San Giorgio (paralela a la Fortaleza del Mirador) y siguiendo por la Costa San Giorgio, te encontrarás al momento con una de las dos entradas al Jardín Bardini. La otra se encuentra en la Via dei Bardí (paralela al río Arno).

Villa Bardini (Costa San Giorgio 2, Florencia)
El acceso, a excepción del primer domingo de cada mes, es previo pago. La buena noticia es que existe una entrada combinada de 7€ que te dará derecho a ambos jardines, así como al Museo degli Argenti, Museo delle Porcellane y Galleria dei Costume.
Entrada relacionada: Las rosas del Parque de Cervantes
Antecedentes
Originalmente la finca, sobre la colina Montecuccoli, perteneció a la Familia Mozzi (durante más de tres siglos). Crearon un entorno perfecto como acompañamiento a las vistas de la ciudad, ya de por si imponentes.

Panorámica de Florencia desde el Jardín Bardini
Sin embargo, el jardín toma su nombre de Stefano Bardini: un coleccionista de arte italiano que compró la villa en 1913 y restauró los, por aquel entonces, deteriorados jardines originales. Tras morir su hijo (Hugo Bardini) sin herederos y tras largas negociaciones, la propiedad fue adquirida por la ciudad de Florencia.

Recorrido por el Jardín Bardini
Desde hace bien poquito, desde el año 2005, los Jardines de Bardini están abiertos al público, para que todos podamos disfrutarlos. ¡Una gran suerte…!
Qué ver en el Jardín Bardini
Bardini brinda diversas propuestas al visitante. Por supuesto las panorámicas sobre Florencia son estupendas -sin duda de las mejores para disparar tu cámara-. La Catedral de Santa María dei Fiore, el Palacio Vecchio o la Basílica de Santa Croce, son alguno de los iconos que verás desde este lado del río Arno. Pero los jardines Bardini tienen mucho más que ofrecerte…

Vistas del centro histórico de Florencia desde el Jardín Bardini
Tres espacios pueden distinguirse claramente en este enclave de origen renacentista: uno de influencia barroca (escalinata y alrededores), otro posterior de estilo victoriano (bosque superior e inferior) y otra zona destinada a frutales con diferentes variedades toscanas.
Bardini es un jardín histórico de aire romántico, que te permitirá pasear de forma distendida de la mano de tu acompañante. Tienes cuatro hectáreas para perderte por sus rincones y admirar sus plantas, las estatuas y las incomparables vistas.

El Jardín Bardini desde el mirador de la escalinata barroca
Visítalo preferiblemente durante la primavera. De abril a mayo es una época perfecta para contemplar sus colecciones de plantas; la mayoría ya estarán en plena floración.

Pasillo cubierto de glicina en el Jardín Bardini
Imagínate… Me quedé con la boca abierta al encontrarme con esta pérgola de glicinas (Wisteria sinensis). La enorme estructura con sus flores colgantes es una de las mayores atracciones de este jardín. Pero también tienes una ingente representación de hortensias, camelias, azaleas, lirios, durillos y rosales, así como ejemplares repartidos de Cercis siliquastrum (el árbol del amor) pintando por doquier el paisaje.
No te pierdas ningún consejo de jardinería. Suscríbete aquí al blog: recibirás los nuevos contenidos en tu correo electrónico y totalmente GRATIS. Responsable: José Manuel Durán Arjona o bien Jose el jardinero, como tú prefieras. Finalidad: enviarte los nuevos artículos y cualquier otra novedad relacionada con el blog (nada de spam). Legitimación: tu consentimiento al aceptar la política de privacidad. Destinatarios: tus datos los guardará Mailrelay, mi plataforma de email marketing, con servidores en la Unión Europea. Derechos: a acceder a tus datos, rectificarlos, limitarlos o suprimirlos. Para más información consulta la política de privacidad. |
¡Confieso que me encantó! Si tengo que escoger entre Bóboli y Bardini, sin desmerecer al primero, me quedo con este último. Sus vistas y el pasillo de glicinas fueron como un imán para el objetivo de mi cámara. Me atraparon de tal manera que el tiempo se me hizo corto.
También es cierto que disfruta de una gran ventaja, pues se nota claramente la reciente restauración de su paisaje. Todo es más agradable a la vista cuando se encuentra bien conservado.
¿Te ha gustado el post?
Gracias por descubrirnos unos jardines tan maravillosos, para mi totalmente desconocidos, pese a haber estado en Florencia.
Espero volver y disfrutarlos.