La morera es el árbol perfecto para resguardarte de los rayos solares durante la canícula del verano. Disfrutarás mucho más de tu jardín reposando bajo la benevolencia de su copa protectora. Si estás buscando un árbol de sombra, sin duda, a la morera has de tenerla en consideración.

Morera blanca (Morus alba)
Hace ya algún tiempo que publiqué “la entrada sobre el tilo”, destacando sus virtudes como árbol de sombra. Desde entonces que llevo queriendo escribir también sobre la morera, otro clásico en estos menesteres.

Moreras en Plaza Prat de la Riba (Mollet del Vallés, Barcelona)
Ya cumplió su función sobradamente en muchas de las plazas de nuestras ciudades. La cervecita en la terraza de turno no hubiera sido tan refrescante sin su acertada mediación. Ahora, con la copa dorada, comienza a despojarse de su follaje, consintiendo entrar al sol, tan deseado en las fechas venideras.
Contenido de la entrada
Descripción y usos
La socorrida morera (Morus alba) o morera blanca es un árbol de tamaño contenido (no suele alcanzar más de 15m), aunque dispone de un rápido crecimiento inicial.
Desarrolla una copa globosa o extendida muy oportuna, también llorona en cierta variedad injertada (Morus alba ‘Pendula’).Por si fuera poco, acepta de buen grado la poda, resiste las inclemencias ambientales y dispone de grandes hojas caducas. Tan golosos argumentos la han hecho muy popular. Lo mismo te la encuentras en anchos paseos como en jardines pequeños, donde la sombra es la prioridad.
Pero, aunque convive con nosotros parece que desde siempre, es originaria de Asia oriental. Se introdujo en Europa, en un principio… ¿a qué no te lo imaginas? Sí, para la cría de los gusanos de seda.
Las hojas, alimento de estas orugas, son habitualmente acorazonadas, aunque exhiben cierta variabilidad: también pueden mostrar formas lobuladas, más o menos marcadas, que podrían recordar a las de la higuera. No varía, en cambio, su margen dentado y su atractivo brillo en el haz.

Hojas de morera (Morus alba)
Los frutos de la morera (Morus alba) suelen ser de color blanco o rosado al madurar y no negros, como en el moral (Morus nigra). Aunque comestibles en ambos casos, los de la morera negra son mucho más sabrosos.
Si solo te importa su uso ornamental, te recomiendo el cultivo de pies masculinos o un ejemplar sin frutos; no se manchará el suelo del jardín. La variedad ‘Fruitless’ presenta esta característica.
Cultivo y necesidades
Ya te he ido dando pistas de su probada resistencia. La morera es un árbol sufrido, que aguanta todo tipo de suelos sin rechistar. Los prefiere sin embargo bien aireados, para evitar la asfixia de las raíces, y con un pH neutro.
Los rigores ambientales tampoco son un problema, hasta cierto punto: no le afectan las heladas, ni las altas temperaturas. Además, tolera la polución de las ciudades y cierto grado de salinidad.
Le gusta la luz: la morera crecerá más rápido y saludable plantada al sol, donde ejercerá con gusto su función protectora.
Este árbol se ha de regar cuando joven, aunque de forma moderada. Después probablemente se baste él mismo (resiste bien los periodos de sequía). Ten cuidado sin embargo con el encharcamiento, daña las raíces y favorece la aparición de enfermedades.
Poda de la morera
La morera acepta la poda de buen grado, por lo que no es difícil fórmarle una copa ancha y atractiva. Para ello en su juventud es conveniente frenar el crecimiento vertical, abriendo sus ramas de forma paulatina. Un trabajo paciente que se ha de hacer en varios años.
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Una vez modelada la copa bastará con mantenerla: eliminando las ramas crecidas durante el año, junto con las que se observen dañadas o enfermas.
¿Cuándo se debe podar? El mejor momento para la poda será durante su parada vegetativa, en los meses de invierno. Eso no quita que puedas realizar pequeños retoques durante el resto del año.

Moreras en Montgat (Barcelona)
En la imagen verás como a estas moreras solo se les ha dejado las ramas principales, entrelazadas unas con otras y preparadas para albergar su techo vegetal.
Plagas y enfermedades
Las plagas no son preocupantes en las moreras sanas, pudiéndose dar algunos episodios menores de pulgón o cochinilla. Como precaución procura acertar con sus necesidades: luz, agua y nutrientes. La ubicación correcta de plantación será algo primordial.
Llegado el caso empieza utilizando productos ecológicos. Para acabar con los insectos aplica jabón potásico o aceite de Neem (también es posible combinar ambos). Si tu morera es joven aun, bastará con una simple mochila de tratamiento para alcanzar todas sus ramas. Procura distribuir bien el insecticida para ser efectivo. Deberás realizar entre 3 y 4 tratamientos (espaciados unas dos semanas).
Las enfermedades de las raíces (hongos o nematodos) sí suponen un riesgo grave para este árbol. Contra ello lo mejor es la prevención: procura evitar la excesiva humedad en el suelo.
Reproducción
Su reproducción es muy sencilla, tanto la vegetativa como mediante el uso de semillas. Si quieres asegurar las mismas características de la planta madre y tienes prisa en disfrutarla, mejor prepara esquejes o estaquillas.
Para ello utiliza los brotes del año, deben tener más o menos el grosor de un lápiz, y córtalos a veinte centímetros, ya sabes… en diagonal y cerca de la yema.
Aplica hormonas de enraizamiento e insértalos en el sustrato, a poder ser con base de turba y arena. Déjalos durante algunas semanas en un lugar cálido, pero protegido del sol.
Si mantienes cierto grado de humedad, siempre sin pasarte, conseguirás tu propósito. Consulta más información en “Cómo hacer esquejes de las plantas que me gustan”.
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Ya has visto cómo de fácil es el cultivo de la morera; te dije que era muy resistente.
Ahora solo te queda elegir… ¿quieres una variedad sin frutos? Algo que te aconsejo para no manchar el suelo del jardín. ¿Prefieres la morera negra, para disfrutar de sus moras?
En los últimos años está muy de moda una variedad de copa extendida (‘Kagayamae’). También la de ramas péndulas es muy decorativa. Tienes muchas opciones, tú decides.
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Disculpe José, cómo es el árbol de neem y qué propiedades tiene, gracias de antemano.